Me acordaré un día tras otro de toda la familia de aquel que dijo que este verano iba a ser fresco. Porque de ser fresco, no me caerían ahora estas gotas de sudor por la frente, gruesas y brillantes como perlas de majórica.
La ciudad se cuece en su propia salsa mientras la gente duerme en estas horas de tibia y relajada siesta. Hasta mis gatos buscan el rincón más fresco de la casa para dormir.
Hace unos días me pasaron por face una noticia en la que se afirmaba que un diario alemán había dicho que en España se había prohibido la siesta. ¡Ay señor! - pensé- qué poquito saben estos alemanes de nosotros y nuestras sanas costumbres. No se puede prohibir la siesta porque, entre otras cosas, en su casa cada uno hace lo que le viene en gana. No se puede prohibir la siesta porque a ver quien es el valiente que, con la comida en el cuello y más de 35 grados a la sombra, se pone a picar piedra o a redactar un delicado informe. No se puede prohibir la siesta porque forma parte de nuestras costumbres, es consecuencia de nuestro clima y de nuestra forma de vida.
Pero es que hoy en en día se dicen - y se escriben- muchas tonterías. A lo mejor - o a lo peor-, esto mismo es una tontería, pero son las cuatro de la tarde, esto es España, hace una temperatura que sobrepasa los 30 grados y una humedad que sin duda llega al 80 por cien. Es verdad que podría seguir escribiendo o, en el peor de los casos, irme a fregar los malditos platos, pero confieso abiertamente- y no me avergüenzo. que en este ardiente mediodía de julio he tomado una decisión de la que nadie va a poder disuadirme. Con vuestro permiso, o sin él, me voy a dormir la siesta. Nos vemos en una hora.
Zzzzzz zzz zzz zzz.
Ya he vuelto. He dormido como un lirón, me ha picado un repugnante mosquito, y ahora mismo me estoy desperezando como un minino perezoso. Feliz tarde de verano.
Tienes toda la razón.
ResponderEliminarComo sabes he sido y seguiré siendo militar (aunque ya estoy retirado, imprime carácter).
Pues bien, en el Ejército la siesta era obligatoria y por ello a la hora correspondiente se tocaba silencio. Y decía en los horarios:
"SILENCIO": Acostarse y observarlo.
Se toleraba que no se durmiera, pero no el que no se dejara dormir a los demás.
Y es que es una cosa muy saludable.
No lo sabía, Elías, pero me parece una buena norma. Después de la siesta, te enfrentas a tus obligaciones -tantas- con nuevo ánimo. No creo que la Merkel pueda con nuestra siesta. feliz verano.
EliminarYo, sin ser ex-militar, corroboro lo dicho. La siesta es para mí el momento más sagrado del día. Me encanta ese sopor que nos va invadiendo, y ese despertar totalmente descansado. ¡¡ La de tonterías que se dicen por internet !!
ResponderEliminarSastrecillo, tienes razón. La siesta es el mejor rato del día, cuando nos quedamos dormidos en el sofá con el murmullo de la tele como fondo sonoro. Y nadie nos la quitará.
EliminarPues no sé... a mi las siestas me matan, me levanto más cansada. ¿Seré rara?
ResponderEliminarKyra, todo es acostumbrarse. Por cierto, no he contestado antes porque me escogurcié el codo y no he podido escribir durante quince interminables días. A mí al principio también me mataban las siestas, pero ahora... me levanto como nueva. Será la edad.
EliminarKyra, (Amparo, perdona que me meta), yo antes, cuando era joven, hacía las siestas tal como las recomendaba C.J. Cela, con "pijama y orinal". Y también me levantaba hecho unos zorros.
ResponderEliminarPero, una cabezadita, de no más de media hora, en el sillón y con el run-run de fondo de la tele (esto es fundamental), es...
justo Elías, en el sofá o en el sillón y con la tele puesta. Así es como mejor se duermen las siestas.
EliminarReivindico la siesta como Patrimonio Nacional, para es algo necesario y justo...jajaja
ResponderEliminarun abrazo
fus
Bueno fus, yo también. ¿Qué se puede hacer en verano, a las tres de la tarde, con 38 grados a la sombra y un 80 por cien de humedad? Pues dormir.
EliminarEstoy con Kyra. Si hago la siesta "como toca" me levanto peor de lo que estaba.
ResponderEliminarAhora, eso sí, la cabezada en el sillón con el documental de la 2 en danza (o la etapa del Tour, mucho mejor)... eso no tiene precio.
Paco, la cabezadita en el sillón y la tele que hable -sobre todo la 2-, y a dormir como un lirón. Las altras temperaturas, además, nos obligan.
EliminarLas siestas son necesarias, por un lado descansas y por otro pasas el maldito bochorno que hace. De todos modos yo vivo en Tenerife y aquí por lo pronto nos vamos a la playa xD. Un saludo de un canario perturbado!
ResponderEliminarAaron, qué suerte. Por aquí por Valencia el aire es agua y el sol, de justicia. Yo tengo la playa a unos tres o cuatro Km., pero cuando de verdad tengo calor, me voy a mercadona y me situo un buen rato junto a la sección de helados. Eso es vida.
EliminarJamás he hecho siesta, pero esas son cosas personales, cada quien sabrá si se va a la cama tarde, si madruga, si hace siesta o lo que sea, lo importante es que no moleste a los demás.
ResponderEliminarUn saludo.
Cierto. Yo madrugo y después de comer se me cierran los ojos ellos solitos. Paso algunos días del verano en un pequeño pueblo en el interior de Alicante. Allí la hora de la siesta es tan sagrada que si alguien se atreve a hacer ruido, interviene el juez de paz. Y es que con 42 grados a la sombra...
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